Sara, una niña de seis años vive ahora con dos corazones. La operación fue posible en la Fundación Cardiovascular gracias a la solidaridad de un donante. Es el primer transplante de este tipo que se realiza en Colombia.
Sara esperaba la donación de un corazón compatible para vivir, mientras su madre, Gladys Pérez Estrada, rendía oraciones a Dios. Y el milagro se dio.
“No creí que los médicos fueran a tener esta hazaña con mi hija, de salvarle la vida”, manifestó.
El procedimiento se llama transplante heterotópico y consiste en implantar un corazón adicional.
Los especialistas Víctor Raúl Castillo y Alvaro Durán explicaron que el corazón del donante maneja la mitad superior del flujo sanguíneo del cuerpo de la niña, mientras que el corazón del receptor se encarga de la mitad inferior. De esta manera los dos se complementan y se ayudan para manejar toda la circulación del paciente.
La menor podrá disfrutar de sus quehaceres propios de la edad, ir al colegio y jugar con sus amigos, pero por tratarse de un transplante se requiere de medicamentos para evitar que el organismo rechace el nuevo corazón.
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